Mater miranda, sublimis inter sidera: algunas notas sobre lírica
mariana insular en la Alta Edad Media (Inglaterra e Irlanda)
Mater miranda, sublimis inter sidera: Some Notes on Insular Marian Lyrics of the
Early Middle Ages (England and Ireland)
Santiago Disalvo
Universidad Nacional de La Plata, Argentina
CONICET, Argentina
Resumen
Una exploración de los tópoi marianos y de los conceptos
mariológicos en la literatura insular de la Alta Edad Media (siglos VIII-XI)
permite, por un lado, profundizar el estudio de la himnodia medieval latina en
una perspectiva comparada y, por otro, considerar a un tiempo la poesía
vernácula. Teniendo en cuenta esta vinculación, se estudiarán algunos casos
puntuales de poesía mariana de Irlanda e Inglaterra: algunas piezas de la
himnodia insular, en especial, el poema latino-hibérnico Hymnus S. Cú
Chuimne in laudem S. Mariae (siglo VIII) e himnos atribuidos a Beda el
Venerable (siglo VIII), así como algunos pasajes marianos del poema Christ I
o Advent Lyrics (Codex Exoniensis, siglo X), en inglés antiguo.
En estos textos, una herencia poética y conceptual vernácula pervive y se
adapta y, en no menor medida, una clara conexión con imágenes de la himnodia
litúrgica también puede percibirse. En Christ I, por ejemplo, puede
entreverse la traducción al inglés antiguo de conceptos y vocabulario
himnódico, y su inserción en un formato de discurso épico. Una de las
invocaciones a lo largo del poema, Eala wifa wynn, es perfectamente
asimilable a otras expresiones referidas a la Virgen en textos litúrgicos de
fiestas marianas, en oracionales y antifonarios de los siglos VIII a X y en su
himnodia: Ave decus virginum, Salve decus mulierum, Mater miranda, entre
otras. Y no pocas veces, el contexto mariano vehicula también imágenes cósmicas
de la luz y del cielo (sublimis inter sidera), como ocurre en los himnos
latinos.
Palabras-clave: Poesía insular - Cú Cuimhne - Advent
Lyrics (Christ I) - Himnodia litúrgica
Summary
A survey of Marian tópoi and mariological
concepts in Insular literature of the High Middle Ages
(8th-11th centuries) allows to study Latin medieval
hymnody in greater depth from a comparative perspective, while considering
vernacular poetry. Taking into account this connection, some specific cases of
Marian poetry from Ireland and England are studied here: examples of Insular
hymnody, in particular the Hiberno-Latin poem Hymnus S. Cú Chuimne in laudem
S. Mariae (8th century), and hymns attributed to Bede the
Venerable (8th century), as well as some Marian excerpts from the
poem Christ I, or the Advent Lyrics (Codex Exoniensis, 10th
century), in Old English. A vernacular poetic and conceptual inheritance
survives and is adapted in these texts, where it can also be perceived, to no
lesser extent, a clear connection with images that belong to the liturgical
hymnody. In Christ I, for example, it is possible to glimpse the
translation into Old English of concepts and hymnodic vocabulary and its
insertion into a format of epic discourse. One of the invocations found
throughout the poem, Eala wifa wynn, is perfectly comparable to other
expressions referring to the Virgin in liturgical texts of Marian festivals, in
8th- to 10th-centuries prayer-books and antiphonaries,
and in the/her hymnody: Ave decus virginum, Salve decus mulierum, Mater
miranda, among others. And not infrequently, the Marian context also
conveys cosmic images of the light and the skies (sublimis inter sidera)
as in the Latin hymns.
Keywords: Insular poetry - Cú Cuimhne - Advent Lyrics
(Christ I) - Liturgical himnody
Recibido: 01/04/2017
Aceptado: 14/06/2017
La mariología, al menos durante la Edad Media, no debería
considerarse una mera rama de la teología ni un conjunto de doctrinas aplicadas
a la especulación o a la catequesis, sino también una poética.1
Desde las series de imágenes, figuras y tópicos marianos que pueblan los
textos, hasta los diversos subgéneros líricos específicos (gaudia, planctus,
himnos de septem doloribus, sequentiae, antífonas y oraciones
propias), y una materia narrativa específica, los miracula, compilada en
colecciones y configurada en subtipos y “ciclos”, se consolida un verdadero
“sistema mariano” que puede plasmarse tanto en prosa como en verso (narrativo,
himnódico, lírico, dramático), y tanto en la palabra, con su correlato musical,
como en las artes plásticas. Al inicio es la liturgia la que, sobre todo en sus
partes más creativas como la himnodia, abona este crecimiento que fructifica en
Occidente de a poco, aunque mucho antes de los siglos del esplendor mariano, el
XII y el XIII.
El presente artículo
propone una sencilla incursión en un territorio ya delimitado por los
medievalistas de lengua inglesa, aunque todavía no estudiado en el ámbito
académico hispanohablante ni comparado con el corpus mariano medieval más
amplio, vernáculo o románico y latino continental. En el estudio de Michelle
Brown (1996; cap. 5. E. “Marian Devotions”) sobre el Libro de Cerne
(siglo IX), la autora comenta la posibilidad de una tradición insular mariana
en la que se incluirían ciertos textos:
There are indications outside the prayers, of a
textual background of Marian devotions in England. Sources include the Litany
of the Saints; Aldhelm’s De Virginitate; Bede’s Commentary on St Luke
and his homilies on the Annunciation and the Visitation which include the hymn ‘in
natali Sanctae Mariae’ (incipit: Adesto, Christe, vocibus…);
Cúchuimne (deceased by 747) is known to have composed a hymn in honour of the
Virgin and the Blathmac poems contain Marian material. This would point to the
possibility of a strong early Marian tradition in England and Ireland which was established by the first half of the
eighth century and which would have provided a background for the prayers. (Brown, 1996: 140)
Tomaremos, pues, algunos de los textos de la temprana
Edad Media insular mencionados por la autora, a los que sumaremos otros, en una
presentación que consistirá en dos sucintas exposiciones de los poemas
marianos:
1.
El Hymnus
S. Cú Chuimne in laudem S. Mariae. El poema se encuentra en cuatro
manuscritos: el ms. Augiensis CCXXI del siglo VIII, en la
Landesbibliothek de Karlsruhe; el ms. A.VII.3 del siglo IX, en la
Universitätsbibliothek de Basilea y dos manuscritos de Irlanda: el ms. 1441
(olim E. 4. 2) del siglo XI, en el Trinity College de Dublín y el ms.
A 2 del University College Dublin – OFM (antigua Biblioteca Franciscana en
Dún Mhuire, condado de Dublín). Ha sido editado en varias oportunidades,
incluyendo el volumen 51 de la célebre compilación Analecta Hymnica Medii
Aevii de Blume y Dreves.2 Una oración litúrgica compuesta por
San Beda el Venerable, la Oratio V “Gabriel esto mihi lorica), permitirá
considerar comparativamente el concepto de lorica.
2. Algunos pasajes marianos del poema Cristo I, es
decir Christ I o A o bien The Advent Lyrics del Codex
Exoniensis (Exeter Book, Exeter Cathedral Library MS 3501, siglo X).
A título comparativo, sumaremos al análisis un himno litúrgico atribuido a San
Beda el Venerable, Adesto Christe vocibus, que permite resaltar algunas
características del poema anglosajón y es prueba, si no como fuente directa, al
menos como muestra del “fondo litúrgico” muy aproximado en el que surgió esa
obra.
La primera pieza, perteneciente al ámbito de la liturgia
celta y, más específicamente, a la himnodia latino-hibérnica (s. VIII), se
conserva ligada al nombre de un monje de Iona, Cú Chuimne Sapiens (“el Perro de
la Memoria, Sabio”),3 canonista e himnógrafo mencionado
en los Anales de Ulster, muerto en 747. Se le atribuye también, junto a
otro autor, la Collectio canonum Hibernensis (manuscrito bretón, Ms. BnF
latin 12 021, del siglo IX). El poema de Cú Chuimne se define a sí mismo no
solo como un himno laudatorio (v.2), sino como una exhortación al canto coral
en alabanza a la Virgen (vv. 1-4). Para considerar el Hymnus de Cú
Chuimne en el contexto literario apropiado es necesario señalar el alto grado
de elaboración formal de la poesía latino-hibérnica de su tiempo, como se puede
apreciar en sus grandes antecedentes himnódicos, como el poema abecedario Altus
Prosator, atribuido a San Columba (Colm Cille, Columcille) o
el himno en honor a San Patricio que habría compuesto San Secundino (Sechnall):
[B]eside alliteration, a free use is made of assonance and
rime. This fact suggests at once the problems of the relation of these Latin
hymns to the Irish hymns contained in the same collection [i.e. Irish Liber
Hymnorum]. Without venturing into such a special field of study, we may say
here that the continental rhythmical poetry and, with it, rime, seems to have
influenced the structure of the Irish religious verse, but that in the native
Irish verse, there was already existent a kind of assonance which ‘involved harmony
rather than identity of the consonants’. (Raby, 1953: 135)
El Hymnus Cú Chuimne no responde, pues, a la forma
tradicional de los himnos litúrgicos de herencia ambrosiana (cuartetas
octosilábicas), sino que está compuesto en veintiséis pentadecasílabos rimados,
con cuatro octosílabos finales. Los versos son silábicamente regulares y
rítmicos, aunque el esquema acentual no parece seguir la acentuación natural en
todos los casos, y presentan una evidente aliteración con la concurrencia, en
muchos casos, de una rima interna.
Hymnus Cú Chuimne in laudem Sanctae Mariae 4
Cantemus
in omni die concinnantes uarie
conclamantes Deo dignum ymnum Sancte Marie.
Bis
per chorum hinc et inde conlaudemus Mariam
ut uox pulset omnem aurem per laudem uicariam.
Maria
de tribu Iuda Summi mater Domini 5
oportunam
dedit curam egrotanti homini.
Gabriel
aduexit Verbum sinu prius Paterno
quod
conceptum et susceptum in utero materno.
Hec
est summa, hec est sancta uirgo uenerabilis,
que ex fide
non recessit sed exstetit stabilis. 10
Huic
matri nec inuenta ante nec post similis
nec de
prole fuit plane humane originis.
Per
mulierem et lignum mundus prius periit;
per mulieris uirtutem ad salutem rediit.
Maria
mater miranda Patrem suum edidit 15
per
quem aqua late lotus totus mundus credidit.
Hec
concepit margaritam — non sunt uana somnia —
pro
qua sani Christiani uendunt sua omnia.
Tunicam
per totum textam Christi mater fecerat
que
peracta Christi morte sorte statim steterat. 20
Induamus
arma lucis loricam et galiam
ut simus
Deo perfecti suscepti per Mariam.
Amen
Amen adiuramus merita puerpere
ut non
possit flamma pire nos dire decerpere.
Christi
nomen inuocamus angelis sub testibus 25
ut
fruamur et scribamur litteris celestibus.
Sancte
Marie meritum
imploramus dignissimum.
ut
mereamur solium
habitare
altissimum. 30
Amen.
Himno de Cú Chuimne Sapiens en alabanza a Santa María
Cantemos
cada día modulando coloridamente
aclamando
a Dios con un himno digno de Santa María
Dos veces
por coro aquí y allí alabemos juntos a María
para
que la voz pulse cada oído con alabanza alternada.
María
de la tribu de Judá, madre del Señor Altísimo, 5
otorgó
al hombre enfermo un remedio oportuno.
Gabriel
transportó primero al Verbo del seno Paterno
que
[fue] concebido y recibido en el útero materno.
Esta
es la altísima, esta es la santa Virgen venerable,
Que de
la fe no se apartó sino que permaneció cierta. 10
A esta
madre no se ha encontrado par ni antes ni después
ni entre
los hijos de origen enteramente humano.
Por
una mujer y un árbol el mundo primero pereció;
por la
virtud de una mujer a la salvación volvió.
María madre admirable a su Padre alumbró 15
por
quien el mundo, a todo lo ancho lavado con el agua, creyó.
Ella
concibió la perla— no son vanos sueños —
por la
que los cristianos sensatos venden todo lo que poseen.
Una
túnica totalmente tejida la madre de Cristo había hecho
la
que, cumplida la muerte de Cristo, a la suerte al punto se echó. 20
Vistamos
las armas de la luz, la loriga y el yelmo,
para
que seamos perfectos ante Dios, sostenidos por María.
Amén,
amén, conjuramos los méritos de la que dio a luz
para
que la llama de la pira atroz no pueda destruirnos.
Invocamos
el nombre de Cristo con los ángeles como testigos. 25
para
que gocemos y seamos inscritos con las letras del cielo.
El
mérito de Santa María,
imploramos
dignísimo.
para
que merezcamos habitar
en el
reino altísimo. 30
Amén.
El poema contiene muchos
tópicos mariológicos tradicionales: el linaje de María, la Virgen como remedio
de pecadores, la Anunciación y la Concepción divina, la singularidad de la
Virgen predestinada, la contraposición tipológica Eva-María vinculada a la
figura del Árbol de Vida, María como madre de su Padre y, en una posición
destacable, la mediación protectora de la Virgen. Pero la particularidad del
poema, a nuestro juicio, reside en los versos 19-22. Se nos presenta la túnica
“de una pieza” que se echó a la suerte a los pies del Crucificado (Jn 19.
23-24: Erat autem tunica inconsutilis, desuper contexta per totum. Dixerunt
ergo ad invicem: Non scindamus eam, sed sortiamur de illa cuius sit.), pero
el poema aclara que la Virgen la había confeccionado. Esta escena de la Pasión
parece inconexa dentro del poema, salvo por la alusión a la salvación unos
versos antes, pero en los versos 21 y 22 se exhorta a vestir las armas
de la luz, la loriga y el yelmo, para ser perfectos para Dios, sostenidos por
María: Induamus arma lucis loricam et galiam / ut simus Deo perfecti
suscepti per Mariam. Se trata de expresiones cuya fuente es, ante todo,
bíblica, pues la encontramos en las epístolas de San Pablo, con términos
coincidentes, por ejemplo, en la Epístola a los Efesios: “induite
vos arma Dei ut possitis stare adversus insidias diaboli… accipite
armaturam Dei ut possitis resistere in die malo et omnibus perfectis
stare… state ergo succincti lumbos vestros in veritate et induti loricam
iustitiae… et galeam salutis adsumite et gladium Spiritus quod est
verbum Dei” (Eph 6.11-17, subrayado nuestro). Ahora bien, el término lorica
evoca necesariamente una serie de composiciones conocidas en el ámbito y la
época del Hymnus Cú Chuimne. Llamadas loricae, y coincidentes en
algún punto con resabios de invocaciones mágicas precristianas (Gifford, 1973),
estas oraciones poseen una rica tradición en la poesía medieval insular, siendo
supuestamente la más antigua la Lorica Gildae, “Suffragare,
trinitatis unitas”, escrita en latín hispérico en el siglo VI (Martínez
Gázquez-Florio, 2006: 39). Según
destaca el estudio de Thomas Hill:
The most famous lorica, the “Lorica of St.
Patrick,” or “The Deer’s Cry,” begins and ends with the invocation of the Trinity.
[…] The “Lorica of St. Brendan” contains such a prayer, as do “The Lorica of
Gildas” and the anonymous lorica edited by A. O’Kelleher under the title
“A Hymn of Invocation.” The loricae of Colman Mac Ui Clussaig and of
Sanctan invoke the Trinity, and the “Lorica of Mugnon” consists entirely of a
prayer to the Trinity. Two related Celtic Latin prayers, the “Oratio matutina”
and the so-called “Oratio Sancti Gregorii,” also contain prayers specifically
addressed to the three persons of the Trinity. All of these prayers are also
prayers for spiritual or physical safety. (Hill, 1981: 264-265)
El himno de Cú Chuimne, sin pertenecer íntegramente a
este subtipo discursivo, sí contiene una parte identificable como “invocación
de protección” (vv. 23 ss.) mediante el nombre de Cristo, con los ángeles como
testigos y el mérito de Santa María. No se trata de una lorica
tradicional, aunque contiene sus elementos básicos y, lo que es más relevante,
en un contexto himnódico netamente mariano. Otros poemas marianos irlandeses,
en lengua vernácula, fechables entre los siglos VIII y XI, también incluyen
invocaciones parecidas: “Que todo aquel que diga esto como oración de vigilia /
al acostarse y al levantarse / lo proteja en el otro mundo / como una loriga o
un yelmo” (“Ven a mí, amorosa María”, en Rivero Taravillo, 2001: 106-107).
Thomas Hill es quien ha
destacado también la influencia de las loricae célticas en la poesía
anglosajona y llega a mencionar como ejemplo unos versos del segundo poema del
que trataremos aquí, el Christ I:
The fact that Celtic – specifically Irish –
Christianity influenced the tradition of early English prayer is generally
granted. But loricae and similar prayers were not merely copied, but
also learned and assimilated, so thoroughly assimilated in fact that
Anglo-Saxon poets seem to have felt bound by a convention
which is only implicit in the loricae. The loricae invoke
the triune God, the Father, Son, and Holy Spirit, for protection; Old English
poets seem to have felt it inappropriate to use this formula for anything else.
(Hill, 1981: 266)
Sería necesario, en este sentido, referirse a la
escritura litúrgica de San Beda el Venerable, cuya influencia consideramos aquí
también a propósito de los himnos marianos, y sus invocaciones de protección
dirigidas a los poderes angélicos, como en el caso de la oración Gabriel
esto mihi lorica”:
In nomine Patris, et Filii, et Spiritus sancti: Gabriel,
esto mihi lorica; Michael, esto mihi baltheus; Raphael, esto mihi scutum;
Uriel, esto mihi protector; Rumiel, esto mihi defensor; Paniel, esto mihi
sanitas; et omnes sancti ac martyres, deprecor ut juvent me apud justum
judicem, ut dimittant mihi in die judicii peccata mea, in nomine Domini nostri
Jesu Christi. Oro vos et deprecor, ut me in orationibus vestris dignemini
habere, ut nunquam inimicus vel adversarius nocere possit. Peccavi, Domine,
coram te et coram angelis tuis; fac cum servo tuo misericordiam tuam, tibi,
Domine, justitia; tibi, Domine, misericordia. Sana me, Domine, et sanabor,
quoniam salus mea tu es, et veniat oratio mea ad templum sanctum tuum; tibi
honor et gloria, per omnia saecula saeculorum. Amen. (“ORATIO V”, Bedae
Orationes, PL 94, 561D-562A)
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo:
Gabriel, sé mi loriga; Miguel, sé mi tahalí; Rafael, sé mi escudo; Uriel, sé mi
protector; Rumiel, sé mi defensor; Paniel, sé mi salud; y a todos los santos y
mártires, suplico que me sostengan ante el justo juez, que me perdonen en el
día del juicio mis pecados, en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Os ruego
y suplico que os dignéis tenerme en vuestras oraciones, para que nunca el
enemigo o el adversario me puedan dañar. Pequé, Señor, ante Ti y ante tus
ángeles; obra con tu siervo tu misericordia, a Ti, Señor, la justicia; a Ti,
Señor, la misericordia. Sáname, Señor, y quedaré sanado, porque Tú eres mi
salvación, y que mi oración llegue a tu santo templo; a Ti, el honor y la
gloria, por todos los siglos de los siglos. Amén.
No nos detendremos ahora en este punto, pero existe, pues,
una tradición poética común de loricae tanto gaélicas como anglosajonas,
anteriores al siglo X, que une además la himnodia litúrgica con la poesía
vernácula, y que parece haber sido también un recurso para la poesía mariana.
Peter Dronke llega a
vislumbrar una conexión entre las loricae y el gran himno mariano Akáthistos
(siglo VI), al establecer por primera vez una comparación en el aspecto formal
de este último poema griego y la Fáeth Fiada (conocida como la Loriga
de San Patricio, poema irlandés del siglo VIII). Con la hipótesis que lo
guía, de que las sequentiae latinas son de origen tanto latino como
vernáculo, y anteriores al siglo VIII, Dronke se detiene en aspectos casi
puramente formales para aventurar una serie de preguntas sobre estos dos
grandes poemas:
If we compare the strophic structure of the ‘Lorica’
both with that of the ‘Akathistos’ and that of the Latin ‘archaic’
sequences, we see that in its length and scope, in its use of a double rather
than a multiple cursus, it is closer to the Latin texts; on the other hand, in
its use of a litany-stanza, with its own kinds of internal parallelism, it is
closer to the ‘Akathistos’ (though not attempting so extensive a balance
of rhythms and rhymes). I do not wish to hazard any theory of influences: was
the ‘Lorica’ influenced by the ‘Akathistos’, or perhaps even by
some Latin ‘archaic’ sequences earlier than any that now survive? Could these themselves have been influenced by the ‘Akathistos’
(in the original, that is, for the Latin translation gave no conception of the
form)? Such possibilities remain open. For the present we can speak with
certainty only of a range of complex lyrical forms, with analogies among one
another, that reach back to the last unity of the Graeco-Roman world. (Dronke, 1984: 140).
Sin embargo, una cercanía formal inevitablemente lleva a
considerar una afinidad en género, tema o función, a saber: si es posible
asociar las loricae de esta época y en este ámbito cultural, a otras
invocaciones de protección dirigidas a la Virgen María. El Hymnus Cú Cuimhne
parece presentarse, al menos, como un probable eslabón en este vínculo.
El segundo poema que queremos mencionar, Christ I
o, según otro título, acaso más apropiado, las Advent Lyrics, del Codex
Exoniensis (Exeter Cathedral Library, ms. 3501), es un extenso poema en
inglés antiguo, escrito en el verso aliterado propio de esa lengua, publicado
como obra única por primera vez en 1959 por Jackson Campbell. Atribuido al
poeta Cynewulf hasta principios del siglo XX, el poema es autónomo, según ha
advertido una serie de estudiosos y, entre ellos, Campbell en el prefacio de su
edición:
During the last half of the nineteenth century, the
lyrics were considered the first section (Christ I) of a tripartite poem
by Cynewulf called the Christ. Some time ago the great majority of Old
English scholars gave up this notion, which Dietrich in 1853 created almost out
of whole cloth, and I shall not here enter into a controversy which men like
Brandl, Trautmann, and Sisam have made a dead issue. As an independent poem, or
group of poems, however, the Advent Lyrics have never been disengaged
from Cynewulf, studied and edited alone and for themselves. The present Edition proposes to do this. (Campbell,
1959: vii)
El poema se destaca por la centralidad de la figura
redentora de Cristo y de su venida salvífica al mundo, tratándose de una obra
poética en doce partes construidas mediante la amplificatio de las
llamadas O Antiphons, propias de la liturgia de Adviento (O Oriens;
O Virgo Virginum). Las “Siete Antífonas Mayores” comienzan con las
exclamaciones: O Sapientia, O Adonai, O Radix Jesse, O
Clavis David, O Oriens, O Rex Gentium y O Emmanuel. El
poema traduce y amplifica, además, las antífonas: O Virgo virginum, O
Gabriel, O Rex pacifice, O Mundi Domina y O Hierusalem
(Campbell, 1959: 8). Así, en la primera parte del poema, se narra el adviento,
la anunciación hecha a Santa María y el portentoso nacimiento virginal de
Jesús. Si bien el poema parece estar abocado a la “gesta de Cristo” y la lucha
cósmica entre la luz y la oscuridad. Tal como hemos destacado en otra ocasión
(Disalvo, 2012), en diversas partes del poema, se suceden imágenes de la “noche
de la perdición” y de la “sombra del enemigo”, que solo Cristo puede deshacer,
caracterizada como la Sombra de la Muerte, la deaðscúa o deaþes
sceadu, propia de la poesía anglosajona (cf. Phelps, 1962). La presencia
mariana adquiere en el texto una densidad particular, según veremos, la cual
sigue mereciendo la atención de medievalistas recientes.5
Antes de señalar los
elementos marianos de la obra, conviene tomar nota brevemente del contexto
cultural en el que surge. En un estudio fundamental de 1990, Mary Clayton señalaba:
Mary’s role in the early Anglo-Saxon liturgy must have
been intimately linked to the introduction in England of the four Roman feasts,
as this naturally gave rise to a need for mass and Office texts for these days.
We cannot, unfortunately, chart the gradual introduction of such texts in
Anglo-Saxon manuscripts of the seventh, eighth and ninth centuries, because
there is a dearth of liturgical books from this period, with only fragments of
sacramentaries and very little material related to the Divine Office surviving.
Since the feasts of the Purification, Annunciation, Assumption and Nativity of
the Virgin were introduced from Rome, however, it is possible that texts from
there also found their way to England to supplement the liturgical material
imported by the missionaries and by Anglo-Saxon book-collectors such as
Benedict Biscop. (Clayton, 1990:
52)
En el poema de las Advent Lyrics puede apreciarse
claramente la traducción al inglés antiguo de conceptos y vocabulario
himnódico-litúrgicos y su inserción en un formato de discurso épico, con
elementos potencialmente dramáticos, como el pasaje en el que dialogan la
Virgen María y su esposo San José. Según Campbell (1959: 22), el poeta logra
aquí, en cinco breves pasajes de discurso directo, mediante un efecto “rápido y
económico”, una caracterización de la Virgen, su amor por el esposo y el
planteo dinámico del conflicto.
Una de las invocaciones
a lo largo de la obra, “Eala wifa wynn…”, la que encabeza la sección (o
poema) VII, según la edición de Campbell, es perfectamente asimilable a las
expresiones referidas a la Virgen en ciertos textos litúrgicos ingleses de
fiestas marianas. La fórmula medieval de la “antífona O” utilizada en este caso
es, tal como cita Campbell (1959: 53), “O Virgo virginum, quomodo fiet
istud, quia nec primam similem visa es nec habere sequentem? Filiae Jerusalem, quid me admiramini? Divinum est
mysterium hoc quod cernitis”. Como puede apreciarse, el pasaje en latín ya contiene
sucintamente el elemento de diálogo que desarrollará el texto vernáculo. Por otro
lado, también en oracionales y antifonarios de los siglos VIII a X y,
específicamente, en la himnodia, se encuentran expresiones similares.
No pocas veces, el
contexto mariano emplea también imágenes cósmicas de la luz y del cielo, como
ocurre en los himnos latinos de un preclaro antecedente coterráneo, la himnodia
de Beda el Venerable. En las Advent Lyrics, todo sugiere la traducción
al anglosajón de conceptos y vocabulario himnódico-litúrgico y su inserción en
un discurso de tipo épico. La invocación Eala wifa wynn, en la que
también podemos apreciar este genitivo partitivo, es perfectamente asimilable a
otras invocaciones a María incluidas en textos litúrgicos de fiestas marianas,
en oracionales y antifonarios de los siglos VIII-X, en la lírica medieval
latina: Ave decus virginum, Salve decus mulierum, etc. De la
misma manera, el Earendel del poema puede asimilarse al jubar del
Espíritu Santo, y también Eala Earendel a la fórmula Ave sidus [aureum,
etc.]. Y no pocas veces, el contexto mariano acarrea también imágenes de la luz
superior, como ocurre en los himnos latinos del santo benedictino de
Jarrow-Monkwearmouth.
Et tu
beata prae omnibus,
Virgo
Maria, feminis,
Dei
Genitrix inclyta,
Nostris
faveto laudibus.
…
Sublimis
inter splendida
Apostolorum
sidera,
Flamma,
sacrique Spiritus
Impleta
laudes concinis.
(Migne,
PL, vol. 94, col. 631B)
Y tú
feliz por sobre todas
las
mujeres, Virgen María,
gloriosa
Madre de Dios,
por
nuestras alabanzas favorécenos.
…
Sublime
entre las espléndidas
estrellas
de los Apóstoles,
repleta
de la llama del Espíritu sagrado,
cantas
las alabanzas.
También aquí, pues, hay luz, estrellas, luminarias santas
del cielo, entre las que se destaca el brillo especial de María: entre los
astros espléndidos de los Apóstoles. Las Advent Lyrics han sido
abundantemente jalonadas con alusiones al carácter salvífico de la luz del Earendel-Cristo.
Así, inmediatamente después de la invocación a Earendel, siguen los
versos 108-117, una invocación a Cristo, Dios de Dios, para suplicar que los
pobres hombres sean iluminados con el sol resplandeciente de Cristo mismo, que
Él mismo venga a dispersar la “sombra de muerte” que había envuelto a la
humanidad en la noche perpetua del pecado. En los versos 229 y siguientes,
cuando Dios pronuncia su palabra ordenando que haya luz para siempre y alegría
para los hombres, se describe cómo esa luz había comenzado a brillar sobre los
pueblos de los hombres desde las estrellas. En otras partes del poema, se
suceden imágenes del “lobo maligno”, la “noche de la perdición” y la “sombra
del enemigo”, que solo Cristo puede deshacer (vv. 255-258).
Existen varios pasajes marianos a lo largo del Christ
I, de los cuales citaré solamente el más extenso:
Eala
wifa wynn geond wuldres þrym, 70
fæmne freolicast ofer ealne foldan sceat
þæs þe æfre sundbuend secgan hyrdon,
arece us þæt geryne þæt þe of roderum cwom,
hu þu eacnunge æfre onfenge
bearnes þurh gebyrde, ond þone gebedscipe 75
æfter monwisan mod ne cuðes.
Ne
we soðlice swylc ne gefrugnan
in ærdagum æfre gelimpan,
þæt ðu in sundurgiefe swylce befenge,
ne we þære wyrde wenan þurfon 80
toweard in tide. Huru treow in þe
weorðlicu wunade, nu þu wuldres þrym
bosme gebære, ond no gebrosnad wearð
mægðhad se micla. Swa eal manna bearn
sorgum sawað, swa eft ripað, 85
cennað to cwealme. Cwæð sio eadge mæg
symle sigores full, sancta Maria:
"Hwæt
is þeos wundrung þe ge wafiað,
ond geomrende gehþum mænað,
sunu Solimæ somod his dohtor? 90
Fricgað
þurh fyrwet hu ic fæmnan had,
mund minne geheold, ond eac modor gewearð
mære meotudes suna. Forþan þæt monnum nis
cuð geryne, ac Crist onwrah
in Dauides dyrre mægan 95
þæt is Euan scyld eal forpynded,
wærgða aworpen, ond gewuldrad is
se heanra had. Hyht is onfangen
þæt nu bletsung mot bæm gemæne,
werum ond wifum, a to worulde forð 100
in þam uplican engla dreame
mid soðfæder symle wunian.
¡Ea,
gozo de las mujeres junto a la majestad de la gloria, 70
doncella,
la más noble sobre la faz de la tierra
de lo
que los hombres (“moradores del mar”) jamás hayan oído hablar!
Revélanos
el misterio que te vino de los cielos,
cómo
tú la concepción has recibido
mediante
el nacimiento de un hijo y aun así la unión nupcial
según
manera humana no has conocido en tu interior.
Nosotros
en verdad tal cosa nunca hemos escuchado
que en
días pasados jamás haya acontecido,
que tú
en gracia especial de tal manera has recibido
ni
necesitamos esperar esa vicisitud 80
más
adelante en el tiempo. Así, pues, la fe dentro de ti
habitó
valiosa, desde el momento en que tú al esplendor de la gloria
llevaste
en tu pecho y no se volvió marchita
la
gran virginidad. Tal como todos los hijos de los hombres
siembran
con penas, así también cosechan después:
dan a
luz para la tumba. Dijo la beata mujer,
siempre
llena de victoria, Santa María:
“¿Qué es este asombro con el que os
maravilláis
y os
quejáis, lamentándoos con dolor,
oh
hijo de Jerusalén junto con su hija? 90
Preguntáis
con ansiedad cómo yo la doncellez
y mis
esponsales conservé y aun así me volví madre
para el
hijo del Creador, célebre. Ciertamente a los hombres no es
conocido
el misterio, pero Cristo reveló
en la
preciada pariente de David
que la
culpa de Eva está toda destruida,
las
maldiciones deshechas y que es glorificado
así el
sexo menor. La esperanza ha sido concebida
de tal
manera que ahora una bendición común puede para ambos,
hombres
y mujeres, habitar para siempre por los siglos venideros 100
en el
regocijo de los ángeles en lo alto
con el
Padre de la verdad para siempre.” 6
Como puede apreciarse, existe una clara conexión entre
estas imágenes y las que se emplean en la himnodia litúrgica medieval en latín.
La invocación Eala wifa wynn, en la que también podemos apreciar claramente
el uso del genitivo partitivo, es perfectamente asimilable a otras invocaciones
a María incluidas en los ya mencionados textos litúrgicos marianos: Ave
decus virginum, Salve decus mulierum, aparte de la mencionada
antífona O Virgo Virginum. De la misma manera, unos versos más adelante,
el Earendel que tanto fascinaría a J.R.R. Tolkien,7
puede asimilarse al litúrgico jubar del Espíritu Santo y, por otro lado,
“Eala Earendel [engla beorhtast]” (“Ea, Earendel, [entre los
ángeles el más brillante]”, v. 103) a la fórmula Ave sidus [aureum,
etc.], aparte del O Oriens, ya señalado por los estudiosos ingleses.
En el poema hay, por lo
menos, otros dos pasajes marianos con gran riqueza de figuras y tópicos que no
podremos exponer aquí. Baste subrayar lo que en el texto citado ya se aprecia:
la eterna virginidad singular e irrepetible de María, su linaje y su misión, la
contraposición con la figura de Eva, la imagen de María como lugar de una
alianza salvadora y glorificada entre los ángeles.
Se constata, pues, en
estos textos insulares la herencia poética y conceptual mariológica proveniente
sobre todo de la liturgia (himnos, antífonas, oraciones) que se adapta para la
creación de una himnodia propia y, en no menor medida, de una poesía vernácula
con una clara vinculación de tópicos, figuras e imágenes. El sistema poético
mariano ya está en pleno vigor en las Islas antes del siglo X, aumentando su
riqueza con recursos propios para florecer en las grandes producciones teológicas
y literarias de los siglos siguientes.
Brown, M. P. (1996), The Book of Cerne: Prayer,
Patronage, and Power in Ninth-century England, Toronto:University
of Toronto Press.
Campbell, J. J. (1959), The
Advent Lyrics of the Exeter Book, Princeton: Princeton University Press.
Clayton, M. (1990), The Cult of the Virgin Mary in
Anglo-Saxon England, Cambridge: Cambridge University Press.
Disalvo, S. (2012), “De Cynewulf a Tolkien: Earendel
y las imágenes de la luz salvadora”, Montezanti, M. A. (ed.), Actas de las X
Jornadas de Literatura Comparada. Tomo I, La Plata: Facultad de Humanidades
y Ciencias de la Educación, pp. 229-240.
Donavin, G. (2012), Scribit Mater: Mary and the
Language Arts in the Literature of Medieval England, Washington D.C.: The
Catholic University of America Press.
Dronke, P. (1984), The Medieval Poet and His World,
Roma: Edizioni di Storia e Letteratura.
Gifford, D. J. (1973), “The charm: A contribution to
modern and mediaeval anthropology”, Romanica 6, pp. 43-58.
Gollancz, I. (1892), Cynewulf’s Christ. An Eighth
Century English Epic, London: David Nutt in the Strand.
Hill, T. D. (1981), “Invocation of the Trinity and the
Tradition of the Lorica in Old English Poetry”, Speculum 56:2,
pp. 259-267.
Howlett, D. R. (1995), “Five experiments in textual
reconstruction and analysis IV. Cú Chuimne’s Hymn, Cantemus in omni die”,
en Peritia, v. 9, Donnchadh Ó Corráin (ed.), Turnhout: Brepols, pp.
19-30.
Kennedy, Ch. W. (ed.) (2000), Cynewulf. Christ,
Old English Series, Cambridge (Ontario): In
parentheses.
Marcos Casquero, M. A. y J. Oroz Reta (eds.) (1997), Lírica
latina medieval, II. Poesía religiosa, Madrid: BAC.
Martínez Gázquez, J. y R. Florio (2006), Antología del
Latín Cristiano y Medieval, Bahía Blanca: Ediuns- Universitat Autónoma de
Barcelona.
McDevitt, M. K. (1993), “With a Worde, of the Mayden
Spoke: Medieval Marian Poetics”, Stanford University.
Migne, J-P. (ed.) (1844-1865), Patrologia Latina,
París; Bedae Venerabilis Hymni Tredecim, “Hymnus XI. In Natali sanctae
Dei Genitricis”, vol. 94,
col. 61B; Oratio V, vol. 94, col. 561D-562A.
North, Richard (1997), Heathen Gods in Old English
Literature, Cambridge Studies in Anglo-Saxon
England 22, Cambridge: University Press.
Phelps, W. (1962), “ ‘Deor dædscúa’: A Note on the
Old English Christ”, Notes & Queries 9:4, pp. 131-132.
Raby, F. J. E. (1953), A History of Christian-Latin
Poetry from the Beginnings to the Close of the Middle
Ages, Oxford: Clarendon Press.
Rivero Taravillo, A. (2001), Antiguos poemas
irlandeses, Madrid: Gredos.
Rubin, M. (2009), Mother of God: A History of the
Virgin Mary, New Haven: Yale University Press.
Toller, T. N.
(1921), An Anglo-Saxon dictionary, based on the manuscript collections of
the late Joseph Bosworth. Supplement, Oxford: Clarendon. [vol.
principal: Joseph Bosworth & T. Northcote Toller, 1898]
1 El término “Marian poetics” ha sido
ya empleado por autores como Georgiana Donavin (2012: 66-68), retomando
estudios anteriores (McDevitt, 1993; Rubin, 2009), para referirse a la
influencia de la figura de María en la poética medieval y, justamente, en su
caso, a la literatura mariana medieval en Inglaterra: “With an emphasis on the
literature of medieval England, this book investigates constructions of Mary as
a Lady Rhetorica, magistra for language studies, muse for poetry, and
exemplar of perfected speech in a fallen world” (Donavin, 2012: 3).
2 J. H. Bernard and Robert Atkinson
(ed.), The Irish Liber Hymnorum I-II, Henry Bradshaw Society 13-14
(London, 1898) pp. 33–34; p. 17; Clemens Blume (ed.), Hymnodia
Hiberno-Celtica saeculi V.–IX, en Analecta
Hymnica 51, pars altera (Leipzig 1908) n. 233, pp 305-306.También en
J.P. Migne, Patrologia Latina Supplementum IV, 2081. Cfr. CELT.
3 Cfr. Oxford
Dictionary of National Biography. Luned Mair Davies, ‘Cú Chuimne (d.
747)’, first published 2004, 768 words. http://dx.doi.org/10.1093/ref:odnb/39204. Breen,
Aidan, 1984. “Some seventh-century Hiberno-Latin texts and
their relationships”, Peritia, 3, 204–14.
4 Tomamos la edición electrónica de
CELT (Corpus of Electronic Texts, de la Cork University) que reproduce,
a su vez, la de Howlett (1995). La traducción del texto latino es propia.
5 Así, pues, el pasado 30 de junio de
2016, en la Irish Conference of Medievalists en Maynooth, Alice Jorgensen
expuso un estudio titulado: “Hwæt is þeos wundrung: Wonder and Emotional
Performance in the Advent Lyrics of the Exeter Book”.
6 Traduzco los versos del poema en
inglés antiguo, con su numeración según la edición de Gollancz (1892), que
corresponden al poema IV de la edición de Campbell (1959: 53). Para la
traducción al castellano he consultado, además de las traducciones al inglés
moderno de los citados Gollancz y Campbell, la de Kennedy (2000), más reciente,
aunque defectuosa en algunos pasajes.
7 Tolkien consideraba que earendel
se refería a Juan el Bautista (ya que, en otro texto, las Blickling Homilies,
existe tal identificación), en un contexto que, sin embargo, parece hablar de
Cristo (i.e. “Ea, Earendel, entre los ángeles el más brillante, / [y
Tú, Cristo,] enviado sobre la tierra media a los hombres…”), aunque, en
este caso, podría ser identificado perfectamente con una imagen de Cristo, sin
que sea necesario suponer que los versos se refieren a personas diferentes.
Cristo, el mensajero enviado, es, entre los ángeles, el más brillante,
es decir, “más brillante que todos los ángeles”: engla beorhtast (con el
genitivo plural engla). La entrada correspondiente del Supplement
del diccionario Bosworth & Toller (1898-1921) reza: “earendel.
Add: eorendel: Leóma vel earendil (oerendil, Erf., earendel,
Corp.) jubar, Txts. 72, 554. Eorendel aurora, Hy. S. 16, 35: 3,
2. Se níwa eorendel Sanctus Johannes, Bl. H. 163, 30. [Cf. Icel.
Örvandill, and v. Grimm. D. M. (trans.), 374 sqq.]”. Así lo define
Richard North, en un estudio sobre la presencia de dioses paganos en la
literatura inglesa medieval: “Eorendel. Cognate with Eostre
are the first elements of three Germanic forms: OE eorendel; the Norse Aurvandill,
whose story is evidence of a connection between gods and constellations in
Norse mythology; and Orendel, a hero whose adventures take place in the
Orient, in a twelfth-century Middle High German romance of that name. There are
six surviving instances of OE eorendel (variants oerendil, earendil
and earendel). In two of these instances, eorendel glosses Lat aurora
(‘dawn’); in two more, Lat iubar (‘radiance’).
In one more example, in Christ 104-7, Jesus is invoked as ‘morning star,
brightest of angels’ (earendel, engla beorhtast), sent over the earth
for men, as well as being the ‘true sun’s ray, dazzling over and above the
stars’ (soðfæsta sunnan leoma, torht ofer tunglas), whose light
brightens each season. Here the poet, without an exact regard for astronomy,
seems to combine both the morning star (i.e. Venus as it rises a little before
the sun at certain times) and the sun’s rays in the person of Jesus. In Christ
104, earendel probably denotes the ‘morning star’; and in the
tenth-century Blicking Homilies, John the Baptist at his birth is
called both ‘the new morning star’ (se niwa eorendel) and ‘the
ray of the true sun’ (se leoma þære soðan sunnan), in as much as he is
the harbinger of Jesus. In this case, eorendel seems to have described a
planet, probably Venus, preparing the way for the sun” (North, 1997: 228-229).