Notas jurídicas sobre la parábola sogdia del perforador de perlas
Legal notes on
the Sogdian Parable of the Pearl-borer
Resumen
Notas jurídicas
sobre la situación del trabajador en la parábola sogdia del Perforador de
perlas, una redacción maniquea probablemente traducida en Asia
Central del cuento conocido por el prólogo de Borzūya en Kalīlah wa Dimnah, y el discurso
maniqueo anti-zoroastriano.
Palabras
clave: Maniqueísmo - Kalīlah wa Dimnah - Derecho
sogdio - Historia del derecho
Summary
Legal
notes on the situation of the worker in the sogdian parable of the pearl-borer,
a probably Central Asian Manichaean
redaction of the well-known tale from Borzūya’s prologue to Kalīlah wa Dimnah, and the Manichean anti-zoroastrian discourse.
Keywords: Manichaeism
- Kalīlah wa Dimnah - Sogdian Law - Legal History
Recibido:
03/04/2018
Aceptado:
29/05/2018
La parábola
sogdia que comentaremos es conocida, al menos en su mayor parte, desde 1945,
cuando fue editada por W. B. Henning (1945: 465-487), quien usó dos
manuscritos, a saber, uno en escritura maniquea (M 135) y otro en escritura
sogdia (So 18300, en ese entonces conocido por su signatura T i TM 418) (Boyce,
1960: xxxiii-xxxv y 11; Morano, 2007: 244). Ambos fragmentos fueron hallados en
el oasis de Turfán (Turpan, Xīnjiāng Uygur Autonomous Region, República Popular China), pero no hay constancia de dónde exactamente. A estos
fragmentos pueden agregarse, con cierta cautela (ya que podrían pertenecer no
al mismo texto sino a uno similar), So 10100d, So 18055 y So 14030(1), que
fueron atribuidos por Ch. Reck (2009: 211-224; 2009b: 369-398) al mismo texto,
pero que aún están inéditos.
El manuscrito M
135 está conformado por dos pliegos consecutivos (A y B), sin que se sepa
cuántos vendrían después, es decir, la cantidad de páginas entre A i V y B I R
es desconocida. Nuestro texto, del que no se conserva ni el inicio ni el final,
se extiende desde A i R hasta B i V. Luego de la laguna, se conserva el final
de un discurso del profeta Mani, que se extiende por todo B ii R y B ii V y
termina en A ii R, donde comienza un discurso del mismo titulado “Dividir el
día en tres partes” (myyδδ pr iii pty’p βxšy), que ocupa el
resto de esa página y de la siguiente. No sabemos nada sobre la elección de los
textos ni los criterios de copia entre los manuscritos maniqueos de Turfan,
pero podríamos sostener a priori que podría tratarse de una colección de
discursos del profeta o, eventualmente, del (aún no estudiado) “Pseudo-Mani”.
El manuscrito
So 18300 es un folio suelto con una escritura fuerte y rápida que contiene
prácticamente la misma parte del texto que se conserva en M 135. Ambos
manuscritos coinciden casi palabra por palabra, excepto en lo conservado de la
explicación de la parábola. Reck (1995: 193-205; 2006: 28-29, 208, 339 n. 12;
2009: 211-224; 2009b: 370) reconoce que este folio, junto a los fragmentos
adicionales mencionados, es parte de un códice del que se conservan decenas de
fragmentos y puede ser reconstruido parcialmente. Los textos preservados pueden
reconocerse como discursos de Mani.
En principio es
posible suponer que la parábola que comentamos haya sido introducida en el
marco de un discurso de Mani y explicada por este. La versión en escritura
sogdia no presenta problemas: la explicación sigue al cuento. No obstante, la
versión en escritura maniquea se diferencia en que introduce la explicación con
el comentario: M 135 B i V 12-13: ’rty x’ γrβ’kt w’nw xwycq’wy δβr’nd “y los sabios dan esta explicación alegórica”, lo que podría resultar
problemático interpretar como algo dicho por Mani o Pseudo-Mani.
Los cuentos
frecuentemente proceden de otras tradiciones, como —entre los que pueden
identificarse— la compilación de Esopo,1
que sabemos que circulaba en Sogdiana, al menos a través de sus ciclos
pictóricos, o el Pañcatantra.2 Estos eran adaptados a una función litúrgica mediante una
explicación (Reck, 2009) o su inclusión en un relato general que lo convierte
en un discurso del Profeta, en una tradición similar a los κεφάλαια del maniqueísmo occidental.3
Las parábolas
también circulaban en colecciones, como el recientemente reeditado Āzandnāmē (Benkato, 2017), un grupo de parábolas en sogdio, copiadas informalmente
detrás de un manuscrito chino budista descartado. Un uso similar conocemos en
el seno del budismo uigur en Turfan y Dūnhuáng, como el Cuento de los dos Príncipes editado por
Hamilton (1971). Es probable que este tipo de material no solo tuviera función
litúrgica y formativa del clero, sino que también se usara de forma recreativa
en colecciones de este tipo o similares; no podemos saberlo con certeza, aunque
algo así permite suponer su uso como decoración en Sogdiana (Comparetti, 2012;
Marshak, 2002).
La parábola que
comentamos en esta oportunidad es particularmente interesante para nosotros por
su contenido jurídico y las enormes implicaciones que tiene para entender las
normas que regulaban la contratación de trabajo, de las que prácticamente nada
sabemos para las regiones de lenguas iranias en el período, puesto que ningún
testimonio de contratación de trabajador libre sobrevive en los corpora
de documentos jurídicos bactrios4
o sogdios.5
Comencemos con
un resumen del texto. El inicio, que probablemente incluyera su performance
como explicación a la cuestión debatida en el relato que lo enmarcaba, se ha
perdido. En el texto conservado, un señor (xypδ’wnd) se niega a pagar el jornal de un trabajador (mr’z mrtyy). Los dos recurren a un juez (xtw). El
trabajador cuenta que el señor lo había contratado para agujerear perlas de su
propiedad, pero cuando él llegó a la casa, convinieron en que él tocara la vīṇā (wyn’, scr. vīṇā- ‘un tipo determinado de harpa’),6
y que pasó así todo el día. Llegada la tarde, el trabajador pidió los cien
dinares que el señor le había prometido. Este se negó a pagar, afirmando que el
trabajador no había agujereado las perlas. El juez determina entonces que
habiendo puesto el trabajador su tiempo a disposición del señor, este debía
pagarle los cien dinares. Si no había perforado las perlas, ello era
responsabilidad del señor, que no se lo había exigido. De hecho, no solo debía
pagarle, sino que, si quería que sus perlas fuesen perforadas, era necesario
que lo contratara nuevamente y le pagara otros cien dinares por el trabajo.
Como ha
mostrado Henning (1945), se trata de una nueva redacción de uno de los relatos
contenidos en el prólogo de Borzūya a su colección de fábulas, traducidas desde el Pañcatantra, que conocemos por la versión árabe de ibn al-Muqqafa‘, Kalīlah wa Dimnah. Como
demostró De Blois (1990), podemos tener alguna certeza de que el texto del
prólogo que llegó a nosotros es la traducción de un texto sasánida, escrito por
un personaje de existencia real en persa medio, por lo que podemos fecharlo en
el siglo VI, lo que nos permite un marco cronológico en el que sabemos que El
perforador de perlas ya circulaba. No obstante, no podemos estar seguros de
que el texto árabe, del que dependen las demás tradiciones (Riedel, 2010;
Döhla, 2010: 82-84), refleje en detalle el escrito por Borzūya. En esta redacción, no aparecen ni juez ni pleito.
Simplemente el trabajador exige su paga, que es otorgada por el mercader al segundo reclamo.7
Es probable que
hubiese sido editado en algún momento, pero no podemos comprobarlo, puesto que
la única traducción independiente del texto persa que tenemos, la siríaca
antigua, que conocemos por un único manuscrito de Mārdīn, no conservó el prólogo (De Blois, 1990: 1-3;
Bickell, 1876; Schulthess, 1911). En un artículo que pasó tristemente desapercibido (no obstante,
fue repertoriado por B. Gharib en Abstracta Iranica 15-16, 1995-1996, p.
39), quizá por haber sido escrito en persa, la eminente especialista iraní
Zohreh Zarshenas (1990), en el mismo año en que De Blois publicaba su libro,
mostró cómo la traducción persa en Dāstānhā-ye Bidpāy (ed. Khānlāri-Rowshan, 1991) de Muḥammad
al-Bukhārī,8
una versión de Kalīlah wa Dimnah contemporánea a la traducción persa de Naṣrollāh Monshi, coincidía con la redacción maniquea sogdia. Podríamos pensar que
al-Bukhārī tuvo
acceso, quizá por circulación oral, a una versión similar a la sogdia
y reelaboró el texto de Borzūya.
Dejamos
de lado la discusión acerca de si Borzūya fue o no maniqueo, por la
imposibilidad de determinar esta cuestión mediante el prólogo conservado,
aunque la circulación de
estas fábulas en contexto maniqueo podría haber jugado algún papel en la
elección del texto (Dresden, 1983: 1125). De todos modos, sabemos que los
maniqueos de Turfan posiblemente tenían a su disposición una traducción sogdia
de, al menos, la autobiografía de Borzūya y que esta no coincidía, excepto en lo general, con el texto árabe que llegó
hasta nosotros (Reck, 2005), por lo que no podemos estar por completo seguros
de que la versión de los manuscritos sogdios citados sea una reelaboración
maniquea. Fuera de la parábola que comentamos y el fragmento publicado por Reck
(2005), nótese que hay fragmentos turcos maniqueos indudablemente procedentes
de la obra de Borzūya
(Wilkens, 2017).
No
tenemos elementos para determinar dónde Borzūya pudo haber oído el cuento. Sabemos que no pertenece a la colección
de relatos indios que él traduce parcialmente. Pero podemos sugerir un contexto
para la redacción sogdia maniquea.
¿Asia Central?
Es harto
difícil suponer un lugar o período para la composición de un texto en general,
o al menos de la redacción que llegó a nosotros del texto particular que nos
ocupa. No obstante, nos parece que vale la pena señalar un dato. La versión
sogdia usa, para referir a la moneda de oro, “dinares áureos” (dyn’r zyrn). La aclaración del material, casi redundante, no es propia del sogdio ni
del persa medio. La encontramos en los documentos bactrios como ζαροζιδαγο διναρο.9 La relación no parece inapropiada:
conocemos la existencia del maniqueísmo en lengua bactria tanto en Turfan como
en Asia Central (Scott, 1995: 161; Scott, 2007; Sims-Williams, 2009).
En este sentido
podemos sugerir que la redacción sogdia maniquea pudo haber sido compuesta en
un ambiente donde se producía y circulaba moneda de oro en buena escala, un
ámbito relativamente reducido, rodeado por una amplia área de circulación de
plata. Es decir, Batria y Taxila, donde las cecas de oro kushanas y kushano-sasánidas
continuaron bajo los kidaritas hasta las décadas de ca. 450-460
(Vondrovec, 2014, vol. I; Jongeward et al., 2015). Tampoco podemos
descartar que se trate de un relato que el redactor ubica en el pasado o en el
extranjero. Para esto téngase en cuenta la circulación de sólidos romanos entre
Asia Central y China, por diferentes rutas, como objetos de prestigio y
llegaron a funcionar como ajuar funerario (para un resumen bibliográfico de
esta importante cuestión, véase Li, 2015, y entre la bibliografía citada allí,
véanse los trabajos de Lin Ying al respecto). No obstante, el uso de dyn’r zyrn, si está bien interpretado, hace suponer un contexto en Asia Central o
(por influencia cultural bactria) incluso en Sogdiana.
Tenemos así un
marco cronológico (circula ya en el siglo VI) y uno geográfico (una región de
Asia Central antes de mediados del siglo V). Intentemos precisar qué elementos,
que no han sido observados, hacen del texto un relato maniqueo.
Primer
elemento anti-zoroastriano: el instrumento musical
M 135 A i V
12-14: ’ṭymy c’nw kw x’n’ s’r
šykr oo ’rṭmy wyn’
fr’m’y jṭyy “y me llevó
hasta la casa y me ordenó tocar la vīṇā” (= versión sogdia de So 18300 R 10-12). Valga una aclaración semántica:
si bien Henning (1945) y, siguiéndolo, Skjærvø (2007) traducen wyn’ como “laúd” (lute), se trata en realidad de un arpa horizontal
angular, la vīṇā antigua india10
(no la contemporánea, llamada en inglés veena).11 Es uno de los dos tipos de arpas
conocidas por los sasánidas (win y čang, el arpa angular vertical, Lawargren, 2009; Ḥosayn-ʿAlī Mallāḥ, 1990; Lawergren, 2003).12
La mención
negativa de la vīṇā es particularmente significativa en un ámbito de
familiaridad con las prácticas cortesanas sasánidas, como la caza o diversas
reuniones de aristócratas, como puede observarse en el recipiente conservado en
la Arthur M. Sackler Gallery (s1987.105), hacia 600-650, que nos muestra
prácticas sasánidas en Asia Central. La vemos citada en segundo lugar de
importancia, luego del arpa (čang), en Husraw ī kawādān ud rēdag-ē 62 (inicios del siglo VII, Moazami, 2014) cuando el monarca pregunta cuál
es el artista (huniyāgar) más agradable y bueno (xwaštar ud weh). Pero en 62-63, luego de listar un buen número de artistas diversos,
concluye (para el texto, Azarnouche, 2013):
ēn and huniyāgar hamāg xwaš ud nēk. (63) bē abāg čang-sarāy ī
kanīg ī nēkōg pad šabestān - kanīzag ī čang-sarāy weh - ka-š
wāng tēz ud xwaš-āwāz, pad-iz ān kār nēk šayēd ud win-sarāy pad xwaran ī wuzurg ēč huniyāgar pahikār nēst.
Estos muchos
artistas todos son agradables y bellos. Pero con la bella jovencita intérprete
del arpa-čang en el harem —una jovencita arpista es la mejor— si su
voz rápida y de sonido dulce también en aquel hacer fuese buena; y con el
intérprete del arpa-win en la gran comida, ninguno es oponente.
El instrumento
tiene una función central en el banquete sasánida (bazm), práctica que excede el ámbito cortesano y se adentra en el religioso,
donde al compartir la mesa con el rey se explicita el lugar que se ocupa en la
élite sasánida y la distancia que media hasta el monarca (Melikian-Chirvani,
1992; Daryaee, 2009: 11) y la relación de todos ellos con lo divino, como queda
establecido en el discurso inicial a la bebida, Sūr-ī saxwan (Daryaee, 2007), pero que también, mediante la presencia del juglar, se
construye una memoria de la monarquía presente que se vincula con el pasado
remoto de sentido religioso (Boyce, 1957).
No solamente en
las prácticas cortesanas este tipo de harpa es central, sino que también en la
liturgia zoroastriana: entre las diversas voces usadas, la voz de vīṇā (win-wāng) era la voz con la que se recitaba el Avesta (Daryaee,
2009: 50-51).
Los maniqueos
rechazan todas estas prácticas entre las que están la caza hasta el beber vino,
como nocivas, ya que o bien rompen los mandamientos (Sims-Williams, 1985;
BeDuhn, 2000: 40-45) o distraen al practicante laico de sus actividades
principales: la religión y el trabajo para la religión (BeDuhn, 2000: 45-53;
Colditz, 2009).
Precisamente,
Mani fue expulsado de la corte tras haberle sido negada la participación en un bazm en el que se encontraba el monarca (Henning, 1942). Se le ordena esperar
en la puerta y al salir:
M 3 R 20-23 a V
1-8: ’[wš] [p]d sr (sx)wn ’w
xwd’wn ’wt gwpt [kw] (m)’ (dr)[y]st
’wr [’wš xwd’w]n ’b’c gwft kw cym r’y tyswm wynst ’wd
(š)’h gwft kwm swgnd xwrd kwt pd ‘yn zmyg ny hyl[’](’)n
rs[yd] ’wš pd xyšm ’w x[wd’]wn ’wh gwpt kw ’yy, pd
cy ’b’yšn hyd. k’ ny ’w k’ryc’r šwyd, ’wd ny nhcyhr kwnyd.
Dijo (el rey)
así este discurso al Señor: no eres bienvenido. Y el Señor respondió: ¿Por qué?
¿Qué ofensa he hecho? Y el rey dijo: Juré que no te dejaré venir a esta tierra.
Y enojado (el rey) dijo así al Señor: ¡Oh! ¿Para qué eres necesario? (Tú) que
no vas a la guerra y no cazas.
La presencia
misma de juglares es rechazada. Remitimos al Sermón del alma (Sundermann,
1997: 80 y notas en p. 128), §80 donde se afirma que las otras religiones son cw’gwn gws’n ky hsyng’n šhrd’r’n ’wd kw ’n hwnr wyfr’syd
’wd wxd ‘ywnyc ny kryd “como el juglar que relata acerca de antiguos gobernantes y la fuerza de
héroes y el mismo no hace nada”.
La práctica del
bazm se extiende a Asia Central, donde constituirá un factor importante de
aglutinamiento de élites diversas, como se observa principalmente por la
producción y circulación de platería asociada a esta reunión, como la citada
más arriba. Los sogdios en China darán lugar privilegiado en sus tumbas a la
representación de esta escena, cuando compartieron el bazm con un monarca
de Asia Central (por ejemplo, Wertermann, 2015: 256-257, 265, 303).
Es así como la vīṇā era
perfectamente entendida en Asia Central como referencia inequívoca a la
práctica cortesana y religiosa vinculada al zoroastrianismo. La parábola —y
ello se verá mejor en la explicación maniquea conservada fragmentariamente,
sobre la que volveremos— parece inscribir al señor (xypδ’wnd) dentro de esta red de ideas.
Segundo
elemento antizoroastriano: pagarle al trabajador
La resolución
del conflicto en la parábola es asombrosa: recurren a un juez que determina que
el trabajador puso su tiempo a disposición del empleador y que este debe pagar
eso, y no el trabajo efectivamente hecho o no hecho. La solución es
asombrosamente actual y reaparecerá con el derecho laboral moderno, del cual es
uno de sus cimientos. Pero lo que para nosotros puede ser una mera curiosidad
en la historia del derecho, para el lector zoroastriano es una afrenta grave a
su religiosidad.
Los escritores
zoroastrianos tardíos dividen la sociedad en cuatro grupos rígidos (pēšag, MacKenzie, 1971: 68 “trade, craft; guild, caste” y el dudoso *pēšag “limb, member, part”), que Daryaee (2009: 42-43) piensa que ya estaban
establecidos hacia el siglo III, a saber: los sacerdotes (āsrōnān) a la cabeza (donde se ubican los operadores jurídicos), luego los
militares (artēštārān) y los chacareros (wāstaryōšān, dahigān). Finalmente, y separados de los anteriores, los
artesanos y trabajadores asalariados (hutuxšān), que son muy
mal vistos socialmente.
Esta división
de la sociedad está delineada en los capítulos 31-32 del Dādestān-ī mēnōg-ī xrad, uno de los escasos textos persas medios zoroastrianos
que, como el citado Husraw ī
kawādān ud rēdag-ē, pueden datarse en época sasánida tardía, probablemente,
en este caso, a mediados del siglo VI (Tafażżolī, 1993). Es
decir, son textos contemporáneos entre sí y con el prólogo de Borzūya (con el cual guarda similitudes advertidas por el citado Tafażżolī, 1993).
Justamente en
el cap. 32 es donde se exponen en detalle las consideraciones acerca de los hutuxšān y de una
particular elaboración sobre el pago del salario. Lo citamos completo
(traducción parcial un tanto diferente pero en el mismo sentido en Daryaee,
2009: 48):
Mēnōg-i
xrad, Cap. 32.
Pursīd dānāg ō mēnōg ī xrad kū: hutuxšān pēškārān xwēškārīh čē? Mēnōg ī xrad passox kard kū: pēškārān xwēškārīh ēn kū ān kār ī nē dānēnd dast awiš nē barēnd ud ān ī dānēnd xūb ud pad nigerišn kunēnd ud mizd dādīhā xwāhēnd, čē kē ān kār ī nē dānēd pad kardan frāz gīrēd, hast ī *ka ān kār tabāh ud agār bawēd ud ka was-iz ōy mard *kār ī xwēš hušnūdag kunēd ēg-iz-iš ān wināh ō bun bawēd.
Preguntó el
sabio al Espíritu de la Sabiduría: ¿Cuál es la actividad correcta del
sirviente-artesano? El Espíritu de la Sabiduría respondió: la actividad
correcta del sirviente es esta que aquel trabajo que no conozcan no le pongan
la mano y (que) aquel que conocen lo hagan bien y con concentración. Y (cuando)
desean su salario (mizd) justo (dādīhā i.e. de forma
correcta para el derecho zoroastriano), puesto que llevan a cabo una tarea
haciendo aquel trabajo que no conocen, es que cuando aquel trabajo dejan
arruinado o incompleto, y si el propio trabajo de este hombre lo deja
satisfecho, entonces también esto es causa de pecado para él.
Es decir que a
quien no hace bien y completo su trabajo, por más que “busque, desee” (nótese
la connotación negativa del verbo elegido, xwāh- MacKenzie, 1971: 96 s.v. xwāstan) un “salario justo” (mizd dādīhā), no debe pagársele, porque sería pecado para quien lo recibe estar
satisfecho con un trabajo que no fue hecho.
Nótese la diferencia
con la parábola que comentamos. El trabajo del perforador quedó incompleto (agār), pero el juez decide que de todos modos debe recibir su salario. Es lo
correspondiente por el uso del tiempo.
¿Juez o
árbitro?
M 135 A i R
4-5: myδ kw xtw s’r pr xty’k šw’nd “así fueron al juez por un pleito” (Henning 1945: 468
“they went before a judge for a trial”, no conservado en el manuscrito en
escritura sogdia).
La palabra
(Gharib, 1995: 434 nº10680, 26 nº 759; Sims-Williams-Durkin, 2012: 217) que en
sogdio en escritura maniquea se escribe xtw, en escritura sogdia ’xtw, era
desconocida hasta Henning (1945), quien editó los primeros fragmentos conocidos
de esta parábola, y la tradujo contextualmente como “judge”. Henning (1945:
468, n. 3) reconoció su relación con el previamente conocido ’xty’k, ’xty’k,
’xty’q (Gharib, 1995:
“judgment”; Sims-Williams-Durkin, 2012: 217 “judgment”) que inicialmente
resultó problemático cuando lo encontró por primera vez (Henning, 1937: 104) en
su edición de M 139 (Henning, 1937: 48-51), donde dice al electo que transmita,
como si fuera oro, el aliento sagrado al Padre de Grandeza, frag. 2 R 5 (= BBB
55) ’ty nyy prysδ kw
mzyx ’xty’k “y no serás
sujeto al gran juicio”.13 Como determinó Henning (1945: 168,
n. 3), debe ser traducido ahí “judgment”, pero en 1937 el elemento de soporte
con que contaba no era el mejor. Se trata de un fragmento de un glosario persa
medio-sogdio que editará (Henning, 1940) unos años después donde en R, l. 3
dice [’]mbs’n • ’xty’q. La primera palabra (MacKenzie, 1971: 40) es “enemy,
opponent”.14 Una línea antes, el compilador
antiguo había traducido [’m]bs’n como ’ngr’mnyy[,
“calumniador”. Siendo fragmentario y desconociendo el sentido y la utilidad de
ese glosario en particular, la ecuación oponente = calumniador = juicio no
parece ridícula, aunque sin nuestra información, Henning solo podía traducirlo
como “hostilidad, frustración” (Feindschaft, Gegnerschaft).
No obstante,
con sinceridad, no sabemos —fuera de una traducción contextual— qué significa.
La etimología es desconocida.15
En la actualidad conocemos otras apariciones. El fragmento M 501 g R 2 está en
muy mal estado de conservación y ’xtw (en escritura maniquea) carece de contexto, casi como el juez (xtw) mencionado al inicio del Libro sogdio de parábolas (Sundermann,
1985: 19; véase Benkato, 2017). Lo mismo vale para el fragmento So 20511. La
traducción sogdia de los Salmos de Mani, al inicio del segundo canto de
los Wazargān āfrīwān, llama al
Tercer Mensajero z-’rcnwk ršty
’xttw “compasivo
juez verdadero” (§576c Durkin-Morano, 2010: 181). En un fragmento probablemente
relacionado con el mismo canto (§619c Durkin-Morano, 2010: 195) se usa ’xttw hablando del Tercer Mensajero pero sin contexto útil. Aquí queda más
segura la traducción: esta divinidad es llamada eventualmente “juez”, (d)’dbr, por ejemplo, en M 77 R 18 (Andreas-Henning, 1934:887) o, en
una tradición más antigua, es uno de los doce jueces en K 28 (van Lindt, 1992:
192-193).
La aparición en
Gowišn īg Grīw-zīndag 1.44-1.45 (Sundermann 2012, 108), que se conserva en dos lenguas, podría
haber sido interesante, aunque en el primer caso ’xt(w) sogdio no conserva su correspondencia en persa
(Sundermann reconstruye d’ywr). En el segundo caso ’xty’kh tampoco lo
conserva.
Con los datos
que tenemos a nuestra disposición no podemos estar seguros de que la traducción
sea necesariamente “juez”, más allá de que es imposible hacer coincidir los
nombres de nuestros operadores jurídicos con los usados en Asia Central hace
más de mil años.
En el sistema
jurídico sasánida, el juez (dādwar) era
naturalmente un sacerdote zoroastriano (Daryaee, 2009: 43). El derecho (dād “ley”; dādestān “sentencia”)
era un área propia de los religiosos. Y los maniqueos —a quienes debe haberles
representado un problema— no tuvieron mayores pruritos en adoptar la palabra
para traducir “juez”, así en parto dādβar (Durkin, 2004: 133-134) o en bactrio maniqueo l’dβr (λαδοβαρο en los documentos bactrios; Sims-Williams, 2009). ¿Podría ser xtw algún otro operador, como un árbitro, tal como los conocemos en el derecho
romano? (un ejemplo entre varios, con lista parcial de documentos, siglos
III-VII, Gagos-van Minnen, 1994; sobre las relaciones entre derecho romano y el
sasánida, Corcoran, 2011).
También
podríamos pensar que es la palabra propia de la tradición jurídica sogdia, que
en gran medida desconocemos, no necesariamente zoroastriana (δ’tβr, d’tbr y δ’tkr’k, son conocidos en textos sogdios budistas y, en la
variante ortográfica, cristianos, Gharib, 1995: 136), en pugna con conceptos
propios de la adopción de las prácticas de esta religión (véase un resumen
reciente sobre la discusión acerca de la religión entre los sogdianos y los
límites del uso de las fuentes zoroastrianas, Shenkar, 2017).
En todo caso,
podemos estar ante un intento deliberado de introducir un operador jurídico
diferente al juez zoroastriano, que pusiera voz al pensamiento maniqueo en la
resolución del conflicto, o ante el uso de la palabra sogdia correspondiente.
En todo caso, la decisión es sorprendente.
Conclusión
Los maniqueos
tenían un pensamiento jurídico desarrollado en detalle (Santos, 2017), aunque
poco es lo que ha sobrevivido para darnos una idea sistemática. Varios de los
momentos centrales en el desarrollo de la salvación individual y comunitaria
adoptan la forma de un juicio. La muerte y la posibilidad de la reencarnación
es uno de ellos: el maniqueo es sometido a la decisión de un juez residente en
la atmósfera (Kósa, 2015). Este es el argumento de la explicación de la
parábola, que a pesar de su diferente extensión en ambos manuscritos, es
similar: el trabajador representa el cuerpo, los cien dinares de oro a cien
años de vida, el señor (xypδ’wnd) es el alma (rw’n) y el trabajo de perforarlas es la piedad (šyr’krtyh). Es decir, el alma no supo conducir al cuerpo a la realización de buenas
acciones y prefirió divertirse hasta consumir los cien años de vida. El xtw ordenó al alma utilizar otros cien años de vida, es decir, reencarnar
nuevamente en el cuerpo, a fin de completar sus buenas acciones. En este
sentido, la interpretación maniquea no está tan lejos del comentario de Borzūya sobre su religiosidad e inclinación ascética que amerita la inclusión en
el prólogo.
La influencia
maniquea sobre la parábola parece determinante para la aparición de un juez y
el marco en el que se da la resolución. ¿Es representativo de las decisiones de
un operador jurídico en ese contexto? ¿Estaba así en la redacción de Borzūya? Son preguntas difíciles de responder. Necesariamente, la parábola no
tiene que haberse visto ridícula al menos en el contexto (Turfan) donde el manuscrito fue copiado, porque hubiese perdido su efecto
formativo.
Seguramente,
retornaremos a esta parábola, que aunque breve, aún está lejos de agotar todo
lo que tiene para ofrecer.16
Bibliografía
Andres, F. C. – W. B. Henning (1934),
“Mitteliranische Manichäica aus Chinesisch-Turkestan. III.”, Sitzungsberichte
der preussischen Akademie der Wissenschaften, Sitzung der
philosophisch-historischen Klasse, 27, pp. 848-912.
‘Azzām, ‘Abd-al-wahhāb (1941), كتاب
كليلة و دمنة, El Cairo: al-Ma‘ārif.
Azarnouche, S. (2013), Husraw ī
kawādān ud rēdag-ē. Kosrow fils de Kawād et un page, París: Association
pour l’avancement des études iraniennes.
Bailey, H. W. (1967), Prolexis to the
Book of Zambasta, Cambridge: Cambridge University Press.
Bailey, H. W. (1979), Dictionary of
Khotan Saka, Cambridge: Cambridge University Press.
BeDuhn, J. (2000), The Manichaean
Body in Discipline and Ritual, Baltimore: The Johns Hopkins University
Press.
BeDuhn, J. (2015), “Parallels between
Coptic and Iranian Kephalaia: Goundesh and the King of Turan”, en Gardner, I.
et al. (eds), Mani at the Court of the Persian Kings. Studies on the Chester
Beatty Kephalaia Codex, Leiden: Brill, pp. 52-74.
Benkato, A. (2017). Āzandnāmē. An
Edition and Literary-Critical Study of the Manichaean Sogdian Parable-Book,
Wiesbaden: Reichert Verlag.
Bickell, G. (1876), Kalilag und
Damnag. Alte syrische Übersetzung des indischen Fürtstenspiegels. Mit einem
Einleitung von Theodor Benfey, Leipzig: Brockhaus.
De Blois, F. (1990), Burzōy’s Voyage
to India and the Origin of the Book Kalīlah wa Dimnah, Londres: Royal
Asiatic Society.
Bosworth, C. E. (1991), The History
of al-Ṭabarī (Ta’rīkh al-rusul wa’l mulūk). Volume XXXIII: Storm and Stress
along the Northern Frontiers of the ‘Abbāsid Caliphate, Nueva York: State
University of New York Press.
Boyce, M. (1957), “The Parthian “Gōsān”
and the Iranian Minstrel Tradition”, Journal of the Royal Asiatic Society
1957, 1-2, pp. 10-45.
Boyce, M. (1960), A Catalogue of the
Fragments in Manichaean Script in the German Turfan Collection, Berlín:
Akademie-Verlag.
Bryder, P. (1988), “...Where the faint
traces of Maichaeism disappear”, Altorientalische Forschungen 15.1, pp.
207-208.
Cheiko, L. (1905), La version arabe
de Kalîlah et Dimnah d'après le plus ancien manuscript daté, Beirut:
Imprimerie catholique.
Colditz, I. (2000), Zur
Sozialterminolgie der iranischen Manichäer. Ein semantische Analyse im
Vergleich zu den nichtmanicäischen iranischen Quellen, Wiesbaden:
Harrassowitz Verlag.
Colditz, I. (2009), “Manichaean
Time-Management: Laymen between religious and secular Duties”, en BeDuhn, J.
(ed.), New Light on Manichaeism, Leiden: Brill, pp. 73-100.
Comparetti, M. (2012), “Classical
Elements in Sogdian Art: Fables represented in the Mural Paintings of
Penjikent”, Iranica Antiqua 17 (2012), pp. 303-316.
Corcoran, S. (2011), “Observation on the
Sasanian Law-Book in the Light of Roman Legal Writing”, en Rio, A. (ed.), Law,
Custom, and Justice in Late Antiquity and the Early Middle Ages: Proceedings of
the 2008 Byzantine Colloquium, Londres: Centre for Hellenic Studies, pp.
73-113.
Daryaee, T. (2007), “The Middle Persian
Text Sūr ī saxwan and the Late Sasanian Court”, en Gyselen, R. (ed.), Des
Indo-Grecs aux Sassanides: données pour l’histoire et la géographie historique
(Res Orientales XVII), Bures-sur-Yvette: Le Groupe pour l'Étude de la
Civilisation du Moyen-Orient, pp. 65-72.
Daryaee, T. (2009), Sasanian Persia.
The Rise and Fall of an Empire, Londres: I. B. Tauris.
Döhla, H.-J. (2008), El Libro de
Calila e Dimna (1215): edición nueva de los dos manuscritos castellanos, con
una introducción intercultural y un análisis lexicográfico árabe-español,
Tesis de doctorado, Zúrich.
Dresden, M. (1983), “Sogdian Language
and Literature”, en E. Yarshater (ed.), Cambridge History of Iran, Vol. III, 2,
Cambridge: Cambridge University Press, 1983, pp. 1216-1229.
Durkin, D. (2004), Dictionary of
Manichaean Middle Persian and Parthian, Turnhout: Brepols.
Durkin, D. – E. Morano (2010), Mani’s
Psalm. Middle Persian, Parthian and Sogdian Texts in the Turfan Collection,
Turnhout: Brepols.
Gagos, T. – P. van Minnen (1994), Setting
a Dispute. Toward a Legal Anthropology of Late Antique Egypt, Michigan: The
University of Michigan Press.
Galmés de Fuentes, A. (1996), Influencias
sintácticas y estilísticas del árabe en la prosa medieval castellana,
Madrid: Gredos.
Gharib, B. (1995), Sogdian Dictionary,
Teheran: Farhangan Publications.
Guidi, I. (1873), Studi sul testo
arabo del Libro di Calila e Dimna, Roma: Librería Spithöver.
Hamilton, J. R. (1971), Le Conte
bouddhique du bon et du mauvais prince en version ouïgoure, manuscrits ouïgours
de Touen-Houang, París: Klincksieck.
Henning, W. B. (1937), Ein
manichäisches Bet- und Beichtbuch, Berlín: Verlag der Akademie der
Wissenschaften.
Henning, W. B. (1940), Sogdica,
Londres: James G. Forlong Fund.
Henning, W. B. (1942), “Mani’s Last
Journey”, Bulletin of the School of Oriental and African Studies 10.4,
pp. 941-953.
Henning, W. B. (1945), “Sogdian Tales”, Bulletin
of the School of Oriental and African Studies 11.3, pp. 465-487.
Henning, W. B. (1946), “The Sogdian
Texts of Paris”, Bulletin of the School of Oriental and African Studies
11.4, pp. 713-740.
Henning, W. B. (1958), “Mitteliranisch”,
en Handbuch der Orientalistik. Erste Ableitung. Vierter Band. Iranistik.
Erster Abschnitt. Linguistik, Leiden: Brill, pp. 20-130.
Hickmann, H. (1947), Terminologie
arabe des instruments de musique, El Cairo: s/d.
Ḥosayn-ʿAlī Mallāḥ (1990), “Čang”, Encyclopaedia
Iranica IV.7, pp. 758-759.
Jongeward, D. – J. Cribb (2015), Kushan,
Kushano-Sasanian and Kidarite Coins. A Catalogue of Coins from the American
Numismatic Society, Nueva York: The American Numismatic Society.
Keith-Falconer, I. G. N. (1885), Kalīlah
and Dimnah or the Fables of Bidpai, Cambridge: Cambridge University Press.
Khānlāri, P. N. - M. Rowshan (1991),
eds., Muḥammad b. ‘Abdullāh al Bukhārī, Dāstān-hā-e Bidpāy, Tehran, 1369
(=1991, reimp. de la 1ra ed., 1361 = 1983).
Kósa, G. (2015), “Two Manichaean
Judgment-Scenes: MIK III 4959 V and the Yamato Bunkankan Sandōzu Painting”, en
Richter, S. G. et al. (eds.), Mani in Dublin, Leiden: Brill.
Lane, E. W. (1874), An Arabic-English
Lexicon, Book I. – Part 5, Londres: Williams and Norgate.
Lawergren, B. (2009), “Music History. I.
Pre-Islamic Iran. Music in Iranian Lands, History”, Encyclopædia Iranica,
edición en línea, 2016.
Lawergren, B. (2003), “Harp”, Encyclopaedia
Iranica XII.1, pp. 7-13.
Li Qiang (2015), “Roman Coins discovered
in China and their Research”, Eirene 51, pp. 279-299.
Lin Ying (2006), Tángdài Fúlín
Cóngshuō 唐代拂菻丛说, Pekín:
Zhōnghuáshūjú.
van Lindt, P. (1992), The Names of
Manichaean Mythological Figures. A Comparative Study in Terminology on the
Coptic Sources, Wiesbaden: Harrassowitz.
Livshits, V. A. (2015), Sogdian
Epigraphy of Central Asia and Semirech’e, ed. Nicholas Sims-Williams,
Londres: School of Oriental and African Studies.
Mackenzie, N. (1971), A Concise
Pahlavi Dictionary, Londres: Oxford University Press.
Marshak, B. (2002), Legends, Tales,
and Fables in the Art of Sogdiana, Nueva York: Bibliotheca Persica Press.
Marshak, B. (2004), “The Murals of
Sogdiana in Comparison with the Turfan Texts”, en Durkin, D. et al. (eds.), Turfan
Revisited. The First Century of Research into the Arts and Cultures of the Silk
Road, Berlín: Reimer.
Marquart, J. (1898), “Historische
Glossen zu den alttürkischen Inschriften”, Wiener Zeitschrift für die Kunde
des Morgenlandes 12, pp. 157-200.
Marshak, B. (2004), “The Murals of
Sogdiana in Comparison with the Turfan Texts”, en Durkin, D. et al.
(eds.), Turfan Revisited. The First Century of Research into the Arts and
Cultures of the Silk Road, Berlín: Reimer.
Melikian-Chivarni, A. S. (1992), “The
Iranian Bazm in Early Persian Sources”, en Gyselen, R. (ed.), Banquets
d’Orient (Res Orientales IV), Bures-sur-Yvette: Le Groupe pour l'Étude de
la Civilisation du Moyen-Orient, pp. 95-120.
Moazami, M. (2014), “Ḵusraw ī Kawādān ud
rēdak-ēw”, Encyclopædia Iranica, edición en línea, 2014.
Morano, E. (2007), “A Working Catalogue
of the Berlin Sogdian Fragments in Manichaean Script” en Macuch, M. et al.
(eds.), Iranian Languages and Texts from Iran and Turan (FS-Emmerick), Wiesbaden:
Harrassowitz Verlag, pp. 239-271.
Nöldeke, Th. (1912), Burzōes
Einleitung zu dem Buche Kalīla wa Dimna, Estrasburgo: Karl J. Trübner.
Reck, Ch. (1995), “Annäherung an eine
soghdische manichäische Sammelhandschrift”, en Reck, Ch. – P. Zieme, Iran
und Turfan. Beiträge Berliner Wissenschaftler, Werner Sundermann zum 60.
Geburtstag gewidmet, Wiesbaden, Harrassowitz, pp. 193-205.
Reck, Ch. (2005), “The Tribulations of
Human Existence: A Sogdian Fragment Corresponding to a Passage of Burzōy’s Preface
to Kalīlah wa Dimnah”, en van Tongerloo, A. – L. Cirillo, New
Perspectives in Manichaean Studies, Turnhout: Brepols, pp. 331-341 + pp.
434-435.
Reck, Ch. (2006), Berliner
Turfanfragmente manichäischen Inhalts in soghdischer Schrift, Stuttgart:
Franz Steiner Verlag.
Reck, Ch. (2009), “Soghdische
manichäische Parabeln in soghdischer Schrift mit zwei Beispielen: Parabeln mit
Hasen”, en Durkin-Meistererns, D. et al. (eds.), Literarische Stoffe
und ihre Gestaltung in mitteliranischer Zeit. Kolloquium anlässlich des 70.
Geburtstages von Werner Sundermann, Wiesbaden: Dr. Ludwig Reichert Verlag,
pp. 211-224.
Reck, Ch. (2009b), “The Ascension of
Light Elements and the Imprisonment of Ahriman. The Cosmological and
Eschatological Part of a Sogdian Sammelhandschrift”, en Sundermann, W.
et al. (eds.), Exigisti monumenta. Festschrift in Honour of Nicholas
Sims-Williams, Wiesbaden, Harrassowitz Verlag, 2009, pp. 369-398.
Riedel, D. (2010), “Kalila wa Demna. i.
Redactions and circulation”, Encyclopaedia IranicaXV.4, pp. 386-395
Van Ruymbeke, Ch., “Murder in the
Forest: Celebrating Rewriting and Misreadings of the Kalila-Dimna Tale of the
Lion and the Hare”, Studia Iranica 41, pp. 203-254.
de Sacy, S. (1816), Calila et Dimna,
ou Fables de Bidpai, París: Imprimerie Royale.
Santos, D. (2010), “A Note on the Syriac
and Persian sources of the Pharmacological Section of the Yŏuyángzázŭ”, Collectanea Christiana Orientalia 7,
pp. 45-57.
Santos, D. (2017), “Una metáfora
platónica sobre el legislador en un salmo maniqueo”, Revista Jurídica de
Buenos Aires, año 42, nro. 94, pp. 391-414.
Schulthess, F. (1911), Kalila und
Dimna. Syrisch und Deutsch. I. Syrischer Text, Berlín: Verlag von Georg
Reimer.
Scott, D. (1995), “Buddhist Response to
Manichaeism”, History of Religions 35-2, pp. 148-162.
Scott, D. (2007), “Manichaeism in
Bactria: Political Patterns & East-West Paradigms”, Journal of Asian
History 41.2 (2007), pp. 107-130.
Shenkar, M. (2017), “The Religion and
the Pantheon of the Sogdians (5th to 8th centuries CE) in light of their
sociopolitical structures”, Journal Asiatique 305.2, pp. 191-209.
Siddiqi, A. (1919), Studien über die
persichen Fremdwörter im klassischen Arabisch, Gotinga: Vandenhoeck
& Ruprecht.
Sims-Williams, N. (1983), “Indian
Elements in Parthian and Sogdian”, en Röhrborn, K. – W. Veenker, Sprachen
des Buddhismus in Zentralasien, Wiesbaden: Harrassowitz.
Sims-Williams, N. (1985), “The
Manichaean Commandments. A Survery of Sources”, en Bailey, H. W. et al.
(eds.), Papers in Honour of Professor Mary Boyce, tomo I, Acta
Iranica 24, Leiden: Peeters, pp. 573-582.
Sims-Williams, N. (2007), Bactrian
Documents from Northern Afghanistan, II: Lettes and Buddhist Texts,
Londres: The Nour Foundation.
Sims-Williams, N. (2009), “The Bactrian
Fragment in Manichean Script (M 1224)”, en D. Durkin et al. (eds.), Literarische
Stoffe und ihre Gestaltung in mitteliranischer Zeit: Kolloquium anlässlich des
70. Geburtstages von Werner Sundermann, Wiesbaden: Reichert, pp. 245-268.
Sims-Williams, N. (2012), Bactrian Documents
from Northern Afghanistan, I: Legal and Economic Documents (Revised Editions),
Londres: The Nour Foundation.
Sims-Williams, N. (2015), “A Bactrian
Document from Southern Afghanistan?”, Bulletin of the Asia Institute 25,
pp. 39-53.
Sims-Williams, N. (2016), A Dictionary:
Christian Sogdian, Syriac and English, Wiesbaden: Reichert Verlag.
Sims-Williams, N. (2017), “A Bactrian
Document of the Fifth Century c.e.”, Bulletin of the Asia Institute 27,
pp. 107-112.
Sims-Williams, N. – D. Durkin (2012), Dictionary
of Manichaean Sogdian and Bactrian, Turnhout: Brepols.
Skjærvø, P. O. (2007), An
Introduction to Manichaean Sogdian [edición en línea del autor].
Stark, S. (2009), Transoxianen nach
dem Tang Huiyao des Wang Pu. Übersetzung und Kommentar, Norderstedt
[edición del autor].
Steingass (1892), A Comprehensive
Persian-English Dictionary, Londres: Routledge & K. Paul.
Sundermann, W. (1985), Ein
manicäisch-soghdisches Parabelbuch, Berlín: Akademie Verlag.
Sundermann, W. (1992), “Iranische
Kephalaia texte?” en Wiessner, G. – H. J. Klimkeit (eds.), Studia Manichaica,
Wiesbaden: Harrassowitz, pp. 305-318.
Sundermann, W. (1997), Der Sermon von
der Seele, Turnhout: Brepols.
Sundermann, W. (2012), Die Rede der
Lebendingen Seele. Ein manichäischer Hymnenzyklus in mittelpersicher und
soghdischer Sprache, Turnhout: Brepols.
Tafażżolī, A. (1993), “Dadestan ī Menog
ī Xrad”, Encyclopaedia Iranica VI.5, pp. 554-555.
Tremblay, X. (2001), Pour une
histoire de la Sérinde. Le manicheisme parmi les peuples et religions d’Asie Centrale
d’après les sources primaires, Viena: Verlag der OAW.
Vondrovec, K. (2014), Coinage of the
Iranian Huns and Their Sucessors from Bactria to Gandhara (4th to 8th Century
CE), 2 vols., Viena: Verlag der OAW.
Wáng Wénchŭ (ed.) (2007), Yuè Shĭ 樂史 (930-1007), 太平寰宇記, vol. 8, Pekín: Zhōnghuá Shūjú中華書局, 2007.
Wertermann, P., Sogdians in China.
Archaeological and Art Historical Analysis of Tombs and Texts from the 3rd to
the 10th century AD, Darmstadt: von Zabern.
Wright, W. (1884), The Book of
Kalīlah and Dimnah translated from Arabic into Syriac, Oxford: Clarendon
Press.
Zarshenas, Z., “داستان سغدي
مرواريد سنب”, سيمرغ vol. 1.5-7 (1369 = 1990), pp. 37-39.
Zieme, P. et al. (s/f), Aesop’s fables in Central Asia. A
Contribution to the Project “China and the Mediterranean World” of the Union
Académique International, s/d.
1 Los medios de circulación de fábulas compiladas con el
nombre de Esopo en Asia Central y Turfán aún no se establecieron con claridad
(una traducción aramea más o menos temprana; una traducción persa media; menos
probablemente la supervivencia de la cultura indo-griega) y nos presentan el
problema de la lectura de determinados textos o grupos de textos (y no
simplemente ideas) a gran escala geográfica. Asia Central (v. Comparetti, 2012)
es probablemente el punto desde donde, a través de la prédica maniquea o las
mismas lecturas sogdias en las colonias, irradian los textos hacia áreas de
traducción parta y finalmente en Turfán, turcas (una compilación de todas las
fábulas de Esopo conservadas en sogdio, parto y turco, v. P. Zime et al.
(s/f). Con respecto a la circulación de ideas y la problemática del acceso a
los textos, v. el fundamental Lin (2006); Santos (2010); Santos (2017).
2 La circulación del Pañcatantra es mejor conocida
desde la traducción de Borzūya al persa medio (véase abajo); su presencia en la
literatura maniquea oriental fue observada por primera vez por Henning (1945),
aunque continúa siendo problemático explicar su circulación, que podría ir
desde el acceso a la citada traducción a una versión sogdia disponible en Asia
Central, donde se reconoce su presencia en el arte, algo también discutido en
Comparetti (2012) y desde allí Marshak (2002); Marshak (2004).
3 Para la posible aplicación de esta forma de compilación
propia de la literatura maniquea, v. Sundermann (1989), BeDuhn (2015).
4 Los documentos editados por Sims-Williams (2012) y
Sims-Williams (2007) junto a los nuevos aportes, como Sims-Williams (2015) y
Sims-Williams (2017).
5 Recientemente editados en un solo volumen con traducción
al inglés, Livshits (2015).
6 Sims-Williams, 1983: 140-141. Por comodidad, lo
llamaremos vīṇā en este artículo.
7 Lamentablemente, del texto árabe no hay una edición
crítica moderna. La edición de L. Cheiko (1905) está hecha sobre la base de un
manuscrito de 1339, mientras que la de ‘Azzām (1941) transcribe, con muchos
problemas e intervenciones no marcadas del editor, un códice de 1221. La
edición crítica anterior, de de Sacy (1816), con las anotaciones de Guidi
(1873) es de poca utilidad. Por la reconocida importancia de la traducción
castellana alfonsí, es particularmente útil la edición del prólogo de Borzūya
del texto árabe del manuscrito de Cheiko en forma sinóptica con las dos
redacciones castellanas, obra de Galmés de Fuentes (1996). Por otra parte,
nótese que la traducción siríaca posterior (siglo X-XI), a cuyo traductor
Nöldeke considera un moralista pedante (1912: 19, n. 5: “Dem moralisch
pedantischen Syrer dünkt dieser Ausgang falsch; bei ihm kriegt der Künstler
nichts”), cambia el final del cuento: es el trabajador que, por haberse solo
divertido, no recibe su paga y vuelve avergonzado y triste a su casa, v.
Wright, 1884: 392-393 (texto), Keith-Falconer, 1885: 258-259 (traducción).
8 Poco es lo que se sabe de este autor, salvo que vivió
durante el reinado de Saif ed-dīn Ghāzī, emir de Mosul (1146-1149), a quien
dedica la obra. Sólo se conserva en el Ms. Pers. Y. Yazmalar 777 (fechado en
1149), conservado en el Topkapı Saray, v. van Ruymbeke (2012: 216).
9 Para las apariciones, véanse Sims-Williams (2007: 211b)
y los documentos citados en Sims-Williams (2012) y Sims-Williams (2007), que se
extienden desde el más temprano de los allí publicados, A (año 110 = c. 333
d.C.), hasta uno de los más tardíos, Y (año 549 = c. 772).
10 Bailey, 1967: 247-248; Bailey, 1979: 284.
11 Nuestro conocimiento del nombre de los cordófonos
sogdios es muy pobre. Se preservaron varias palabras, aunque prácticamente
todas ἅπαξ λεγόμενα cuyo contexto es desconocido: cmxwy (Sims-Williams-Durkinn,
2012: 64, “lute”; Henning, 1958: 80, n. 2), cyngry’ (Sims-Williams,
2012: 68, “harp”; más conservadora, Gharib, 1995: 127 y 132) que si Henning
(1946: 727) tiene razón al identificar un préstamo en turco, corresponde al
arpa-čang sasánida, véase también Bailey (1967: 248). Estos dos, junto a
wyn’h, aparecen en el glosario fragmentario “g” (Henning, 1940:
35-38), todos correspondientes al persa medio cmb (Durkin, 2004: 125:
“1. ford (?); 2. čemb ‘guitar, lute’ (?); 3. ‘repentance’ (?)”), solo ahí
atestiguado y que no podemos traducir. No obstante, cmbt’ry
(Sims-Williams-Durkin, 2012: 64 “lute-string” con bibliografía) parece mejor
establecido, y también procede de un glosario fragmentario (“a”, Henning, 1940:
16-21), donde se traduce como ’bcyrm, palabra persa media desconocida
(Durkin, 2004: 9 “connected with crm ‘skin’?”). Con respecto al primero, está
atestiguado cmxwyzyny “lute-player” (Sims-Williams-Durkin, 2012: 64). Finalmente, tpwk (glosario “p”, Henning, 1940:
47-48), “lute” o “tambourine” (Sims-Williams-Durkin, 2012: 192).
12 Los textos que tenemos de la traducción árabe de ibn
al-Muqqafa‘, como se señaló, no son confiables. Allí usan, para llamar al
instrumento clave en el argumento del cuento, ṣanǧ (Lane, 1874: 1731),
que denomina tanto los címbalos como el arpa llamada en persa čang, v.
Hickmann, 1947: 22; Bosworth, 1991: 58, n. 174. La explicación que ofrece
Siddiqi (1919: 72-73) parece satisfactoria: tanto el persa /tʃ/ como /s/
convergen en el árabe ṣ, así čang “arpa-čang” (Steingass,
1892: 400) y sanj “címbalos” (Steingass, 1892: 700), ambos son adoptados
en árabe como ṣanǧ. En castellano (Galmés de Fuentes, 1996: 52-53) se
traduce, apropiadamente, salterio. En principio, el uso en ibn
al-Muqqafa‘ de ṣanǧ no representa nada, pero podríamos presumir, en el
terreno de la especulación, que se encontrase mencionada el arpa-čang en
el relato persa y la vīṇā de nuestro texto sea producto de una redacción
maniquea. Curiosamente, esto afecta la traducción siríaca, que entiende ṣanǧ
como “címbalos” y así lo vierte con el siríaco ṣēṣlā (texto en
Wright, 1884: 392-393).
13 Además de esta aparición, el citado glosario y nuestra
parábola, aparece una vez más en Gowišn īg Grīw-zīndag (véase abajo) y
en So 14196 + So 14195 R 4 donde [xt](y’)kh βγy está
reconstruido. En sogdio cristiano se usa el compuesto xty’q-w’dy
“judgment-seat” (Sims-Williams, 2016: 221) como traducción del siríaco b’ym,
bym “tarima” (del juez) (< griego βῆμα).
14 Las únicas dos apariciones en persa maniqueo, ’mbs’n,
son precisamente en este glosario, v. Durkin, 2004: 39).
15 Henning (1945: 468, n. 3) lo relacionó al avéstico ratu-,
señalando la improbabilidad de la observación. Gharib (1995: 434) lo incluye
con duda.
16 Agradecemos al Dr. Marcos Albino por sus observaciones y
oportunas correcciones a nuestro texto.